En el barrio siete de agosto, cerca de la estación Simón Bolívar en la ciudad de Bogotá, Talentos Unidos encontró a Rosa, una mujer de estatura baja, piel blanca, ojos grandes y expresivos y manos de guerrera. Una mujer que durante su vida ha tenido que pasar por situaciones muy difíciles, pero eso no le ha impedido florecer, florecer como florecen las Rosas, entre espinas.
Rosa, algo fatigada por las escaleras que tuvo que subir para llegar a su apartamento, le cuenta a Talentos Unidos sobre su emprendimiento de tejidos, pero más allá de esto y aprovechando esa nobleza y hospitalidad con la que fuimos recibidos, nos habla, detrás de cámaras, sobre su vida, sus sueños y sus temores.
