Como parte del cumplimiento del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, la Estación de Policía de la localidad de Barrios Unidos realizó la entrega formal de 3.899 armas blancas incautadas durante los meses de abril y mayo de las vigencias 2023-2024. Esta medida busca avanzar en la destrucción de estos elementos como acto correctivo y preventivo para mejorar la convivencia en el territorio.
La entrega fue realizada a la Policía Metropolitana de Bogotá, encargada de trasladar estas armas a una planta de fundición autorizada por el Ministerio de Defensa, ubicada en el municipio de Mosquera, donde fueron inutilizadas de forma definitiva.
“Este proceso permite materializar la medida correctiva de destrucción del bien, como lo establece el Código Nacional de Seguridad y Convivencia. Lo que buscamos es que estos elementos no vuelvan a circular en las calles y, por tanto, no pongan en riesgo la seguridad ciudadana”, explicó el subintendente Tomás Oliveros, adscrito a la Estación de Policía de Barrios Unidos.
Una acción que impacta la seguridad local
El alto número de incautaciones responde, según el subintendente Oliveros, a dos factores principales:
El fortalecimiento de las capacidades operativas de la Policía, gracias a herramientas tecnológicas como los dispositivos PA y la formación continua del personal.
La falta de conocimiento ciudadano sobre la normatividad vigente:
“Muchas personas portan armas blancas por creencia personal, argumentando que lo hacen por seguridad. Sin embargo, es importante recordar que la seguridad en Colombia es responsabilidad del Estado, no del individuo”, indicó Oliveros.
Un paso más hacia una Bogotá más segura
La incautación de armas blancas ayuda a reducir delitos como el homicidio y las lesiones personales, así como a mejorar la percepción de seguridad y convivencia en la ciudad. En años anteriores, algunas de estas armas fueron fundidas y reutilizadas en iniciativas simbólicas como el monumento construido en Kennedy, elaborado con materiales incautados.
Aunque aún no se ha definido si las armas fundidas este año tendrán un destino productivo o simbólico, la prioridad es su destrucción segura y definitiva.
“Desde Barrios Unidos seguiremos trabajando por una cultura de legalidad y por territorios donde prime el respeto, la vida y la convivencia”, concluyó el subintendente Oliveros.
